Mina Riffo
Una lección de tinta y venganza tiene una sinopsis a la que simplemente no me pude resistir, y quizás te pase igual.
Felicity Morrow está de vuelta en el internado Dalloway, su hogar hasta la trágica muerte de su novia. Ahora, un año más tarde, ha regresado e incluso tiene su antigua habitación en Casa Godwin, que se rumorea que está embrujada por los espíritus de cinco estudiantes de Dalloway, quienes, según dicen, eran brujas. Las cinco de Dalloway murieron de forma misteriosa y violenta, una tras otra, en los terrenos de Godwin.
La brujería está ligada al pasado de Dalloway y antes de que su novia muriera, Felicity se sentía atraída por la oscuridad. Ahora está decidida a dejar eso atrás, pero es difícil cuando la chica nueva no le permite olvidar.
Es el primer año de Ellis Haley en Dalloway, es una novelista prodigio a los diecisiete años y se conoce como escritora de método. Es excéntrica y brillante, y Felicity no puede evitar sentirse atraída por ella. Por lo tanto, cuando Ellis le pide que la ayude a investigar a las Cinco de Dalloway para su segundo libro, Felicity no puede negarse.
¿Me volví a involucrar en una lectura paranormal a pesar de lo miedosa que soy? Claro que sí, no me pude resistir ante un thriller sáfico dark academia con toques de brujería. No tenía oportunidad.
No había leído ni quince páginas de la novela cuando destaque mi primera frase y me di cuenta que estaba delante de un libro bellamente escrito, así que mis felicitaciones a Victoria Lee y al trabajo de la traductora, Ankara Cabezas, quien se aseguró que conservar esa preciosa redacción. En cuanto a otros aspectos de la escritura de la obra, debo decir que el ritmo se hace extraño, pues básicamente se desarrolla durante todo el primer semestre escolar, lo cual es bastante tiempo, y si bien pasan diversos eventos, personalmente se me hizo lento a ratos.
Pero cuando pasaban cosas, Dios mío, son impactantes. El libro juega constantemente con tu cabeza, en cuanto más descubres de los personajes más te das cuenta que Felicity, es una narradora poco confiable, lo cual complica todo, pues no sabes que pasó y qué no, que es real y que no. Este elemento típico del thriller esta tan bien llevado a cabo de que en un punto llegué a dudar de la existencia de Ellis. Hay diversos secretos que van siendo revelados y que por obvias razones no voy a mencionar, pero debo decir que cada uno me dejaba más impactada que el anterior.
También me gustaría mencionar que aunque me hubiera gustado que el romance hubiera sido más central en la historia, estoy sumamente contenta con la representación que hace el libro. Incluso cuenta con el personaje secundario de una persona no binarie, que pensé seria solo un detalle, pero toma importancia más adelante en la historia. Otro detalle que noté es que NO HAY PERSONAJES MASCULINOS, ni uno solo. Entiendo que en un internado de mujeres suceda esto, pero luego noté que no había profesores y a excepción de la superficial mención del padre de una alumna, no hay hombres en esta historia y no creo haberme topado con un libro así antes.
Victoria le dedica este libro a las chicas de deambulan por las librerías con la ropa manchada de café y como una de ellas, debo sentir que noté el cariño con el que fueron escritas estas personajes, que si bien son chicas privilegiadas con las que pueda costar empatizar, son chicas que aman la lectura, con las que comparto gustos y referencias, a pesar de que pequen de pretenciosas no teniendo celular (porque no va con la estética) o de una crueldad de la que solo puede ser capaz en la adolescencia.
Como mención final, creo necesario mencionar que el libro no es tan paranormal como lo parece y quien lo lea quizá note ciertas similitudes con la serie YOU, pero no diré nada más.
Nota adicional: La edición de este libro es hermosa, tanto por dentro como por fuera, y no sé si es solo mi copia o todos los libros de Umbriel son así, pero tiene un perfume distinto a otros libros.
“Me contó que el dolor queda ligado a los detales más insignificantes, y que vivirá la vida con normalidad hasta que me acordara de ella por culpa de unos acordes o de la sonrisa de alguna chica y todas esas emociones me inundaran de nuevo”.