Señora bonita, mi amigo amo de casa: Hablemos de las segundas oportunidades. Esas ocasiones en que un error es el que nos puede marcar por el resto de nuestra vida y es legítimo poder comenzar de nuevo. Sucede en diferentes ámbitos como en la vida y por supuesto en los libros.
Les propongo esta situación: Corren camino a su casa, entusiasmados porque acaban de comprar un libro, el último libro de una saga que se ha ido construyendo con el tiempo, todo puede ser posible ¿Qué pasará con los protagonistas? Pues es cosa de leer. Y al pasar el tiempo, se dan cuenta que quizá esto no es tan satisfactorio, y… ¿el final? Por favor, no hablemos del final. Tiras el libro por la ventana y, suspirando, abres una app para escribir y decides que tú puedes arreglar algunos cabos sueltos de la obra. Sí, eso es lo que vas a hacer.
¿A quién no le ha pasado? Estoy segura que a más de alguno, por la sonrisa que se les formó después de leer toda esta introducción, de seguro ha escrito un fanfiction de su libro, serie o película favorita. El fanfiction (ficción creada por fans) es un género literario que data incluso desde la primera mitad del siglo XX, en publicaciones de fanzine, algo creado de fans para fans. Para mí, este género ha sido un lugar recurrente de alegrías y sé y entiendo el esfuerzo que toma hacerlo ya sea que quieras ser respetuosa con el canon o quizá no tanto -como cambiar la época, por ejemplo- pero mantener las personalidades de todos los personajes.
