Por Alexandra Gotschlich
Si tuviera que decir sólo una oración sobre este libro diría: es un libro que no tiene límites. No hay un límite de espacio, tiempo, palabras y emociones. Eso es lo que lo hace espectacular.
“Somos luces abismales” es un libro de ensayos escrito por la autora colombiana Carolina Sanín. Ella es escritora y docente, licenciada en Filosofía y Letras con un PhD en Literatura Española y Portuguesa en la Universidad de Yale. En el libro se tocan muchos temas, como la conexión con los animales, los recuerdos, la muerte, los viajes y las palabras.
Carolina a través de los ensayos cuenta experiencias que te conectan totalmente con su historia, abre su corazón al mundo y muestra todas sus emociones, recuerdos e intimidad. Sus escritos más que un ensayo en sí, revelan la perspectiva de vida de la autora. Trata de buscar respuestas, reflexiones que no encuentra, pero que quiere compartir con el lector.
Además, la forma en que escribe Carolina es hermosa y muy creativa. Es como leer constantemente sus pensamientos, que van y vienen, pero con una prosa maravillosa que pareciera que uno estuviera leyendo poesía. Escribe mucho sobre su propia escritura, de cómo quiere mostrarse y expresar su historia.
Algo que me llamó mucho la atención y con lo que también me sentí muy identificada es su conexión con los animales y la naturaleza. Ella traspasa el espacio-tiempo y se transmuta en los animales o se transporta a hermosos lugares de la naturaleza donde ha estado para mostrar su conexión con ella.
Por eso, si estás buscando un libro que te haga reflexionar, reencontrarte y que esté escrito de una manera muy poética has encontrado el indicado. Recomiendo leerlo lento eso sí, para digerir mejor sus preciosas palabras y pensamientos.
Les dejo algunas de mis partes favoritas:
“En todo lo que he escrito estoy disfrazada. Cuanto más quiero aclararme, más me exagero. Cuando más pretendo decir lo que quiero – y cuando más pretendo que sé qué quiero decir-, más se trasluce en lo escrito el personaje que no soy. Quisiera escribirme oscuramente. Que solo yo me entienda, a escondidas de mí, lo que no puedo decir”.
“Las cosas que el mundo pierde caen. Al liberarse del mundo, uno cae el mundo. Y las cosas que se liberan de la vida se alzan. Cuando uno muere, la parte de uno que era de la vida y no del mundo se libera hacia la vida”.
“Nunca llega a ser grande una cuesta. Siempre se está avanzando hacia su magnitud, hacia la realización de su naturaleza, que es la cima, donde ella ha dejado de existir”.
“Vivo en un cuerpo esférico que da vueltas sin parar en el infinito abismo, sobre sí mismo y alrededor de una estrella: alumbrándose con su luz y retrayéndose a esa luz” .