Este texto posee leves spoilers de la novela de Jane Austen, Persuasión.
Cuando vi que el tráiler de Persuasión, dirigida por Carrie Cracknell, noté que estéticamente se veía agradable y me llamó la atención el hecho de que Anne Elliot, la protagonista de esta historia, miraba a la cámara como si estuviera en una comedia y donde ella era la narradora. A grandes rasgos se veía como que quizás podría ser una buena adaptación.
Esa percepción cambió cuando vi la película. Resulta que con el paso de escenas, la película se me hizo difícil, por no decir imposible de ver. Lo cual es una experiencia frustrante porque tiene un gran elenco y la historia de Anne Elliot es una historia que se puede hacer bien. Y el resultado me hace pensar dos cosas:
- Los productores, guionistas y dirección de esta película no leyeron el libro.
- O leyeron el libro y no lo entendieron.
Yo sé que esto es una adaptación. Las adaptaciones tienen que ser diferentes. Esa es la idea. Pero al mismo tiempo, no logro comprender por qué tomaron elecciones que realmente no le hacían justicia a la historia de Anne Elliot, ni a su autora Jane Austen.
Hay momentos realmente vergonzosos cuando Anne dice que aunque tenga 27 años, está “soltera y próspera”. Un párrafo que podría estar en una buena romcom. El problema aquí es que Persuasión NO es una romcom. La historia de Anne Elliot dista mucho de esto. Es más, su historia es prácticamente una tragedia.
Persuasión fue la última novela escrita por Jane Austen en 1817 y se publicó apenas seis meses después de su muerte, se cree que es la novela en donde su aguda pluma se vuelve más fuerte. A tal punto que es grande el debate en torno a esta obra. Se sostiene que esta novela refleja mucho más de su autora, aunque por desgracia nunca sabremos la respuesta.
Y es que no fueron sencillos los últimos tiempos de Jane Austen. La autora estaba sumida en la pobreza, muy enferma y hastiada de la sociedad inglesa de la época buscó clavarle la última puñalada con esta obra: una novela donde una mujer que ya estaba “muy vieja” para casarse (en los estándares de la sociedad de 1817) podría darse una nueva oportunidad en la vida.
La adaptación de Netflix tiene un gran problema de tono: nos la presentan como una romcom ligera que podemos ver para pasar el rato. Un cambio que pasaría por alto si no supiera que Persuasión es una historia crepuscular, melancólica y agobiante en que nos presenta a una protagonista que se siente rechazada por su ambiente y sobre todo por sí misma. El resto del elenco secundario parece, al final, una mera caricatura, que un poco lo son en el libro, pero cuando juntas a una caricatura de ambiente y una caricatura de protagonista no alcanzan ni a entender porque esta obra es lo que es.
Hay otros cambios como el lenguaje moderno: cambios que en Ni idea (Clueless) funcionan, y que en Bridgerton lo hacen funcionar con la música contemporánea. Pero esto resulta porque sabemos que es un cambio va a favor de la historia, complementando el contexto donde se desarrolla. Al ver la película Persuasión de Netflix SABEMOS que nadie habla así. Y llega a tal nivel que hace que los personajes se sientan más lejanos aún. Sobre todo el caso de Anne que pareciera que quisiera ser una Emma Woodhouse o una Lizzy Bennet cuando sabemos que ella es una Mary Bennet.
La Anne Elliot que nos presentaron en la película además de ser “soltera y próspera” es altiva, burlona, sassy. Que llama ex (y se burla de él cuando no está presente y luego se le devuelve a su cara) a la única alma que era capaz de estar en perfecta sincronía junto a ella. Mientras que cada vez que alguien le dice algo comienza a mirar la cámara de una manera burlona e incluso condescendiente. Lo que me hace preguntar así, seriamente: Netflix ¿de casualidad leíste el libro?
La verdadera Anne Elliot sí es una persona que era constantemente mirada en menos por su familia, que se creía aristócrata, pese a estar en una franca decadencia, producto del despilfarro de su padre y su hermana mayor. Por ende, Anne era una mujer que velaba por su familia no solo porque fuera su deber, sino porque ella los quería, pese a ser una muchacha callada que era un personaje secundario y sin relevancia para su propia familia que no le daban nada de amor o respeto. Aún así, eran su familia. A tal punto que decidió renunciar al amor de su vida por mantener el “buen nombre” de la familia Elliot.
El capitán Wentworth es otro personaje que pasa bastante vapuleado por la trama de la película y quizá se deba a su total falta de química de los protagonistas o el guión. En el libro, Wentworth es un hombre profundamente herido y que muy a su pesar debe asumir que posiblemente, el amor de su vida ya lo olvidó y hace su vida como puede. A diferencia del texto original, en la cinta lo representan como alguien que quizá él ya se movió más rápido que ella. Es un hombre que al ver a Anne de nuevo su pregunta constante es si hay una oportunidad posible o pensar qué hubiera pasado en otra vida.
Y es que Anne fue cruelmente persuadida de dejar ir al amor de su vida y no ha pasado ni un solo día en que ella no se recrimine por esto. Austen nos retrata una protagonista derrotada, que se siente asfixiada por la terrible soledad que la rodea producto de todo lo que le ha pasado y de a poco va obteniendo la fuerza para al fin ser libre de esas cadenas. No es la tía divertida y sassy que nos presentan aquí. Lo que me lleva a decir: Netflix, hay muchas características que tenemos las mujeres aparte de ser descaradas y torpes. Y no por ser un drama que se desarrolla en época de la Regencia quiere decir que es como los Bridgerton cuando en el fondo es al revés.
Lo grandioso de Anne Elliot era como ella a lo largo de la novela iba madurando y dándose cuenta que ella sí puede elegir su propio destino decide dar un paso y simplemente lanzarse a la vida. Lo maravilloso del relato de Austen es que la historia de Anne Elliot no es una historia de una mujer casi llegando a los 30 que se encuentra arrastrándose para su ex la mire de nuevo. Persuasión es la historia de cómo una mujer a sus 27 años decide salir de ese otoño melancólico y darse una segunda oportunidad para poder tener su merecida primavera… que por desgracia, gracias a Netflix, solo va a tener un duro invierno.