El realismo mágico es un movimiento literario y pictórico del siglo XX que busca mostrar lo irreal o extraño como algo cotidiano. El término «realismo mágico» fue acuñado por el crítico de arte e historiador alemán Franz Roh en 1925, llamándole Magischer Realismus, para referirse a un estilo artístico conocido como Neue Sachlichkeit (la Nueva Objetividad), una alternativa al expresionismo.
Pese a que el realismo mágico surge en Europa en el aspecto pictórico, en el terreno literario encontró su hogar en América Latina después de que varios escritores viajaran a encuentros culturales en Berlín, Madrid y París y fueron influenciados por el movimiento artístico de la época. En este sentido, los escritores que fueron fuertemente influenciados fueron Arturo Uslar-Pietri, y el cubano Alejo Carpentier quién en el prólogo de su novela El reino de este mundo se preguntó: «¿Qué es la historia de América Latina sino una crónica de lo maravilloso en lo real?». A partir de ahí, comenzó a usarse el concepto de lo real maravilloso y realismo mágico en la literatura latinoamericana.
Lo que caracteriza el realismo mágico es la fusión de elementos mágicos y fantásticos con la realidad. Además en estos relatos se presupone que se acepta el constante misterio de las cosas. Además, se agregan una serie de supersticiones, creencias populares y religiones de América Latina que suceden, se intuyen, pero que nunca son explicadas. Algunos de los autores más destacados del realismo mágico, aparte de Carpentier, son Horacio Quiroga, Mario Vargas Llosa, Jorge Luis Borges y Gabriel García Márquez.
Sin embargo, las mujeres también son expertas en evidenciar lo real maravilloso, incluso lo tétrico y extravagante. En esta ocasión dejamos algunas recomendaciones de realismo mágico escrito por mujeres.
Los recuerdos del porvenir es una novela escrita por Elena Garro que está ambientada en el pueblo Ixtepec, en México, donde todo es posible que suceda en un ambiente fantasmal durante los años de la Guerra Cristera. La trama comienza contándonos que el pueblo vive bajo el poder del general Francisco Rosas y de su amada Julia Andrade. La calma dura hasta que llega Felipe, un extranjero que se enamora de Julia y ella se va con él cuando el general Rosas había decidido asesinarlo y desaparecerlo. Tras la partida de Julia, el general despechado hostiga al pueblo sembrando más terror. Mientras que por otro lado, los hermanos Isabel y Nicolás Moncada viven en el pueblo, Nicolás es un joven revolucionario que es ejecutado y su hermana si saberlo se convirtió en la amante de su asesino.
De amor y de sombras de Isabel Allende ocurre en Chile durante la dictadura militar. Su protagonista es Irene Beltrán, una reportera de familia burguesa que se enamora de Francisco Leal, un joven fotógrafo y miembro clandestino del movimiento de resistencia, pese a que estuviera emparejada con el capitán del ejército. Pese a ello, Irene y Francisco son enviados a investigar, por su trabajo en común, a investigar el misterioso caso de Evangelina Ranquileo, una chica que sufre de ataques espectaculares que dan lugar a milagrosos poderes, la pareja de emprendedores se encuentra atrapada en una vorágine de terror y de violencia, mientras descubren un crimen horrible. Dicho descubrimiento desafía y provoca al régimen poniendo en peligro sus vidas.
Como agua para chocolate es una novela romántica escrita por Laura Esquivel. La historia está ambientada en Piedras Negras, México y empieza con el nacimiento de Tita, que con lo único que calmaba su llanto era con el olor a sopa y por eso siempre pasaba tiempo con la cocinera. Tita convierte el cocinar como su manera de expresión, provocando a quien pruebe la comida que prepara sienta desde una indescriptible tristeza, hasta el más ardiente deseo. El drama comienza cuando a los 15 años Tita se enamoró de un chico llamado Pedro, y ambos quieren casarse, pero la madre de Tita se niega. Sin embargo, permite que Pedro se case con Rosaura, la hermana mayor de Tita. El libro se mantiene en el drama familiar, los amoríos y el realismo mágico que provoca la comida y la cocina.
La isla de los amores infinitos de Daína Chaviano comienza cuando Cecilia va a un bar en La Havana donde conoce a una anciana y escucha diferentes relatos: un suicidio en China que desata una cadena de reacciones familiares; una extraña maldición que persigue a las mujeres de una familia española, y una joven arrancada de su hogar en la costa africana, que es llevada a un mundo desconocido. Las peripecias de estos personajes se irán entrelazando a lo largo del tiempo, desde una Cuba bajo el dominio español hasta la actualidad. Los amores predestinados y fulminantes de ese pasado cobrarán renovada fuerza en Cecilia quien se obsesiona por resolver un enigma.
Si bien, el realismo mágico tiene su comodidad en América Latina, también existen varios escritores y escritoras de otros lados del mundo que escriben estas obras. Otras escritoras que en sus obras toman elementos del realismo mágico son Toni Morrison (Amada), Louise Erdrich (Filtro de amor), Angela Carter (Noche en el circo), Karen Russell (Tierra de caimanes), Olga Tokarczuk (Un lugar llamado Antaño) y Banana Yoshimoto (Amrita).