Inche Ta Rayén de Anamaría Vergara Oppliger

Inche Ta Rayén de Anamaría Vergara Oppliger

Por Mina Riffo

“La pena es hermosa, porque te hace sentir vivo, es parte de estar vivo. El problema es cuando la sientes constantemente o no eres capaz de aceptarla”

He vivido toda mi vida cerca de la desembocadura del río Biobío: frontera histórica entre los españoles y el pueblo mapuche durante la colonización. Este antecedente sumado a mi interés por la historia, me ha hecho tener siempre una inclinación especial por la cultura mapuche dentro de los cuales se agregan varios intentos fallidos de aprender el idioma. Sin embargo, cuando supe del lanzamiento de un nuevo libro llamado Inche Ta Rayén (“Yo soy Rayén” en Mapuzungun) es que me motivé a leerlo, además, la trama de esta novela así como su autora, Anamaría Vergara Oppliger, son de mi ciudad natal.

Este breve libro de Aurea Ediciones nos presenta la historia de Rayén Millanir, una adolescente que ha tenido que hacerse cargo de sus hermanos menores después de la muerte de su madre, que sumergió a su padre en una fuerte depresión que lo hace desaparecerse cada tanto, hasta que un día no regresa y el canelo (árbol sagrado) que hay en su patio le comunica que está en peligro.

Inche Ta Rayén

La historia tiene un potencial brutal que me hubiera gustado ver más desarrollado, el libro tiene poco más de 100 páginas y creo que se habría desarrollado mejor en unas 200, pero a pesar de esto la novela me dejo asombrada por todo su concepto, desde que presentara a una adolescente indígena criada en la ciudad y como eso afecta su propia relación con sus raíces, su proceso de autodescubrimiento en esta edad tan difícil, la representación de la cosmovisión y mitología mapuche, además del uso de palabras en Mapuzungun con su correspondiente glosario con los significados al final del libro.

Me encantaría seguir leyendo más de este tipo de literatura. Ojalá se publicarán más historias como estas y creo que sería sumamente bonito ver más representación indígena tanto en las novelas de ficción como en las mismas autorías. Por lo mismo, debo comentar que aunque la autora pasó toda su infancia al interior de comunidades mapuche, por lo tanto tiene conocimiento de primera mano sobre el tema. Lo cual valoro mucho.

“Estar en esta familia es duro. Se puede sentir el peso de la tristeza sobre nuestros hombros, es como si la pena fuera una gran fuerza que tira tu cansado cuerpo hacia abajo. Es como si siempre llevaras una gran piedra sobre tus hombros”.