Creo que mi primer amor fue el animé. Desde que ví Candy Candy, pasando por Lady Oscar, Sailor Moon, Sakura Card Captor y tantas otras series, que mi afán por leer mangas solo era el paso natural en mi “evolución”. En paralelo, una de mis películas favoritas es la saga de Frozen que se basa en la historia de La reina de las nieves de Hans Christian Andersen. La primera entrega de esta saga fue estrenada allá por el lejano 2013.
No necesito entrar en detalles del impacto cultural que provocó este relato de hermanas. Se han hecho cortometrajes, arrasó con los premios y generó una segunda parte en 2019 que también batió récords en taquilla, lo que hace que esta saga sea una de las marcas más fuertes del ratón Miguelito.
Entonces imaginen mi impresión cuando supe que Arina Tanemura, la mismísima autora de obras como Kamikaze Kaitou Jeanne o Full moon wo sagashite estaba a cargo de la adaptación de Frozen II al manga. Supe que era mi momento. Esto es algo que debía presenciar y leer.
Si han visto la película no es necesario hablar de la trama, pero en caso de que no pues a grandes rasgos así va: ha pasado un tiempo desde la primera cinta de Frozen. La paz reina en Arendelle, pero la reina Elsa está intranquila. Hay una misteriosa voz que la llama y no sabe si acudir a su encuentro o seguir disfrutando de esta tranquilidad con sus seres queridos: su adorada hermana Anna, Kristoff (el novio de Anna), Sven y el «hijo» de Elsa, el dulce Olaf.
Pero la naturaleza sobrenatural de los poderes de Elsa hacen que decida ir, por supuesto acompañada de su familia. Entonces van ocurriendo cosas y contestando preguntas que nos pueden haber quedado de la entrega anterior. Solo que en esta ocasión es en formato manga. Lo que le da un plus en mi opinión. Y esto va más allá de que yo efectivamente disfrute del mundo del manga y el anime.
En este sentido, el dibujo de Arina Tanemura es exquisito y le da un tono y expresividad a los personajes que hacen que desees ver la versión animé de esta historia porque sabemos que funciona a la perfección. Para nadie es un misterio que el género del Maho Shojo (chica mágica) es uno de los más potentes de esa industria. Y literalmente Elsa es una chica con magia, así que, ahí lo dejo.
Claro, quizá el único inconveniente es que no sale en el manga el componente más potente de Frozen: sus canciones. Y es que escuchar la increíble y sublime voz de la ganadora del Tony Award, Idina Menzel, es una experiencia maravillosa, además del talento de Jonathan Groff y Josh Gad. Todos veteranos de Broadway.
Sin embargo, eso no quiere decir que pierda su impacto, es más: yo leí este manga con la banda sonora de la película. Y ¿saben? La experiencia fue más que disfrutable y no tiene desperdicio alguno. Hasta podemos darnos el lujo de elegir que versión nos gusta más: si su inglés original, el latinoamericano o el mismo japonés que es interpretado por Takako Matsu.
Como pueden adivinar me encantó leer una de mis películas favoritas en uno de mis formatos favoritos. Eché de menos las páginas a color y es que Arina Tanemura es muy buena en lo suyo pero la portada es simplemente preciosa. Así que, si les gusta esta historia y el manga, entonces esta lectura está más que recomendada.
Frozen II: El manga está en las mejores librerías del país, gracias a Editorial Planeta de Libros Chile.