Martina vive en un Chile totalitario en el que se sacrifican las vidas de las personas que desafían el poder. Tras un viaje a Venus, Martina se cuestiona la vida y con ligeras conversaciones comienza una aventura de ciencia ficción en la que aparecen diferentes deidades, serpientes gigantes de la creación y espíritus que van apareciendo en su viaje.
El amor y el desarraigo tensionan la trama de Vulnicura, el libro que inicia la carrera literaria de Catalina Sarah (23), quien de la mano de Aurea Ediciones presenta esta obra que mezcla el paganismo nórdico, la música de Björk y la cosmología mapuche.
Catalina, joven autora que vive en La Florida, accedió a conversar con Lee Mujeres sobre su amor a la escritura que inició cuando ella tenía sólo diez años. «Descubrí que me gustaba escribir porque en ese tiempo necesitaba expresarme y la escritura fue un refugio para hacerlo. No le mostraba a nadie lo que escribía, pero me gustaba sentir a través de la escritura e interactuar con libros o películas que había visto de esa manera», declaró Sarah de manera inicial.
Inspirada en mitología mapuche y Björk
Vulnus cura es un concepto latín que significa «cura de las heridas». Dicha palabra fue el título que colocó la cantante Björk a su disco que lanzó durante el año 2015 y que Catalina Sarah tomó como inspiración para bautizar su novela: Vulnicura.
La novela Vulnicura «nació de las inquietudes que se tienen al finalizar un ciclo y de estar habitando constantemente el fin del mundo (a nivel social como personal)«, comenta Sarah y agrega que su libro es un relato que se basa en elementos autobiográficos y muestra cómo una persona, Martina, está constantemente siendo cuestionada por el medio en que habita. «Creo que es una respuesta a cómo se nos exige constantemente a enfrentarnos al día a día, en este caso, con la depresión y un amor no correspondido a cuestas. La premisa nace de la necesidad y la urgencia en la que vivimos, como un grito de ayuda que se transformó, a lo largo de la escritura, en la ayuda misma», señala.
Ante la pregunta de cómo tuvo la idea de mezclar las visiones del mundo mapuche con el nórdico, ella señala que «las cosmovisiones se mezclan por la relación con la naturaleza y el respeto que se tiene hacia ella. Tanto la cosmovisión mapuche como la literatura islandesa tienen conciencia de que para salvarnos y salvar a nuestra madre Tierra es necesario ser empático con el medio ambiente«. Al mismo tiempo, Sarah indica que en el mundo literario es la ciencia ficción la que expresa lo que está pasando en el planeta de «una manera poética y sin miedo, así lo hizo Raccoona Sheldon (uno de los pseudónimos de Alice Bradley Sheldon. Otra firma de esta autora fue James Tiptree Jr.) y Octavia E. Butler.«
¿Cómo llegaste a publicarla? ¿Tuviste algunas dificultades en ese proceso?
Llegué a publicarla tras consultar a Áurea Ediciones. El equipo fue muy amable y les gustó la sinopsis y los primeros capítulos. Hicimos una reunión e inmediatamente gestionamos el contrato. El texto, originalmente, era más experimental con respecto a los diálogos y la oralidad, pero decidimos editarlo y dejar los diálogos para ser leídos con facilidad. La dificultad que se presentó fue la sequía de papel ahuesado que hubo a nivel nacional. Gracias a eso, no se pudo publicar antes. Menos mal se resolvió y ahora está a la venta en la página web de la editorial.
¿Qué sientes ahora ya que está publicada tu novela? ¿Has tenido recepción de críticas y/o lectores?
Me siento bastante esperanzada. Espero que muchas personas puedan leerlo e incursionar en la ciencia ficción y la espiritualidad de diferentes culturas. He tenido recepción de lectores cercanos y les ha gustado. También Nla Contreras, escritora de Monstrua, comentó en el lanzamiento que le gustó. Álvaro Bisama, Raúl Zurita y Ricardo Martínez fueron los primeros en leerla, ya que fue mi tesis de literatura y fueron quienes me recomendaron publicarla.
Sobre otras autoras y el amor por la ciencia ficción
¿Qué escritora te inspiró a ti para empezar a escribir y por qué? ¿Tienes alguna recomendación de autoras de ciencia ficción que quieras compartir?
El libro que me inspiró a escribir fue Un embrujo de cinco siglos de Ana María Güiraldes. Me encantaba por cómo se relaciona la oralidad con lo escrito. En ese libro, recuerdo, que se da bastante esa relación, porque Etelvina, la bruja protagonista, va contando su historia como un relato oral al resto de los personajes. Eso lo tiene la poesía y creo que de repente se suele separar mucho la literatura por género y no es tan así. La ciencia ficción de los años sesenta y setenta es pura poesía.
También tengo referentes a escritoras como Alice Bradley Sheldon, Octavia E. Butler. Ambas con una prosa muy metafórica y con la poesía presente. La primera escritora de ciencia ficción, Mary Shelley, también está muy presente a la hora de escribir. De todas maneras, cabe destacar que la tensión que mantiene la palabra con el alma, la tecnología con lo análogo, lo escrito con lo oral, la ciencia con la ficción es expuesto por las autoras mencionadas, pero también lo exploran poetas como Nina Björk Árnadottir, Joan Baez y Daniela Catrileo: Me gusta pensar la ciencia ficción como una realidad cercana a la poesía.
¿Qué les dirías a todas aquellas mujeres que quieren ser escritoras y sobre todo del género de ciencia ficción? ¿Qué herramientas deben tener para aventurarse en estos tópicos?
Les diría que se animen a escribir. También que, para escribir ciencia ficción basta con que observen e identifiquen lo que sienten y lo que el sistema nos obliga a sentir. Muchas veces, como mujeres y disidencias, estamos viviendo en el fin del mundo y en un relato muchas veces distópico. Es necesario darse cuenta de los males que nos oprimen, ser empática, darse cuenta qué le está doliendo a la compañera y qué es necesario y urgente de compartir para ella y para una misma.
La ciencia ficción ha sido un género en el que las mujeres y disidencias, históricamente, han puesto sus demandas. Más allá de las naves espaciales y los viajes en cohetes, es un espacio que podemos usar para analizar el mundo con distancia y de manera crítica. La lectura crítica es la herramienta principal. También la curiosidad por temáticas que se van repitiendo a lo largo de los años, hacerse un tiempo para darnos cuenta en cómo estamos viviendo.
El libro de Catalina Sarah, Vulnicura, lo encuentran en Aurea Ediciones.