Suzanne Collins terminó el último libro de Los Juegos del Hambre en 2010. Casi una década más tarde, anunció que saldría una precuela de estas historias.
Los acontecimientos de la precuela ocurren 64 años antes la trilogía y tiene por protagonista a un joven Coriolanus Snow, casi en bancarrota financiera, huérfano, viviendo en un departamento con su abuela y su prima, y que en la Academia en la que estudia le designaron la misión de ser el mentor de un tributo para la décima versión de Los Juegos del Hambre. Su tributo resultó ser una cantautora del distrito 12, el más pobre e indignante de Panem, llamada Lucy Gray Baird.
De esto trata Balada de pájaros cantores y serpientes; título que resume este libro. Los orígenes del presidente Snow lo conocemos en este libro, así como las diferencias que tenían las novelas de Los Juegos del Hambre.
En esta nueva trama descubrimos que se van a realizar los décimos Juegos del Hambre y el trato que se tiene hacia los tributos es más «deshumanizante» que los que conocimos en la trilogía original. Esto se debe a que los tributos elegidos para el torneo son llevados en jaulas para ser exhibidos en un zoológico ante los habitantes del Capitolio y el ganador tampoco tenía un premio como los que Katniss tuvo cuando sobrevivió a sus juegos.
En esta precuela conocemos a un joven Coriolanus «Coryo» Snow. Él tiene 18 años y está decidido a ganar prestigio al ser mentor de un tributo en la décima versión de Los Juegos del Hambre. Más bien, lo que Snow necesita es recuperar el status que tenía su familia y que perdió durante la guerra en los Días Oscuros.
Su mantra es el clásico «el fin justifica los medios» y la proyección de su imagen hacia los otros, pues en un mundo como Panem la mayoría de las cosas se basa en las apariencias. Snow lo sabe y deja que su moralidad se mueva de un lado a otro bajo esa lógica.
Snow busca ganarse a todo el mundo, pese a que algunos personajes de la trama le repugnan. Sejanus Plinth, por ejemplo, es su compañero de Academia, cuya familia tiene dinero tras mudarse del distrito 2 al Capitolio. Pero Sejanus es genuino, amable y rechaza todo accionar del Capitolio, lo cual a Snow le genera más de algún problema y rechazo durante el libro.
Por otro lado, nos encontramos con la repulsión que siente Snow hacia la doctora Gaul, quien es la fundadora de los experimentos y mutaciones que aparecen en los juegos. Sin embargo, Snow sabe que no puede ser enemigo de alguien tan poderoso como ella. Personalmente, la doctora Gaul es uno de los personajes que llegué a aborrecer mientras leía el libro, pues es por ella que muchas cosas en los juegos se endurecieron con los años.
En este libro tenemos ese descubrimiento de personajes y por otro lado, «volvemos» al distrito 12 gracias a Lucy Gray Baird. Una artista de un grupo llamado La Bandada que es elegida como tributo para los Juegos y es designada a Snow para ser entrenada antes de ir a la arena. Entre ambos surge una conexión especial, que pasa por una suerte de «enamoramiento«.
A Snow le gusta Lucy Gray, a Lucy le gusta él. Ambos se ayudan mutuamente a sobrevivir en el mundo de Panem. Lucy le dice cómo lidiar con las cámaras, y esto sólo podría resultar con una artista con el suficiente carisma para saber cómo lidiar con la audiencia. A la vez, él la ayuda a sobrevivir en la arena tanto porque la quiere viva, como quiere el premio de los juegos y el prestigio de lo que significa. Para Snow, Lucy Gray Baird es su chica arco iris, la desea y quiere, pero también es su boleto para conseguir una mejor vida donde ella está incluida como algo de su propiedad.
Por parte de Lucy, no sabemos su punto de vista. Sólo sabemos de ella lo que Snow llega a descubrir: Lucy Gray tiene el nombre de una balada (que a nivel intratextual es un poema de William Wordsworth), sus padres eran circenses y fueron asesinados por Agentes de la Paz, juega con serpientes, ella logró sobrevivir junto a sus amigos de La Bandada al armar una banda y existe alusión a que ella tuvo que prostituirse para sobrevivir (de la misma manera en que lo hizo la prima de Snow en el Capitolio). También sabemos que Lucy Gray se «enamoró» de Snow porque él era su mentor, su protector y veía en él la opción para ganar los juegos.
Cuando el escenario de los juegos cambió, la relación entre ambos también. Lucy ganó los juegos gracias a Snow, pero no todo podría ser feliz para ambos pues fueron separados por el Capitolio. Desgraciadamente, la relación de Snow y Lucy estaba destinada al fracaso pese a que por un momento me gustó pensar un final alternativo para ambos donde juntos podrían ser pares y tener una mejor relación (Dejad que los fanfictions vengan a mí).
Sin embargo, la historia de enamoramiento se quiebra por la aspiración de poder y de status de Snow. Hay diversas acciones de este personaje que dan atisbo del hombre que se convertirá a futuro; este libro puede resumirse a un Snow: Origins o un President Snow Begins, ya que vemos cómo este joven puede llegar hasta las últimas consecuencias para cumplir con sus objetivos, incluso matar.
Lo más impresionante de esta precuela es cómo se agregan elementos para que la historia de la trilogía original tenga más sentido (a la vez que es un fanservice): los sinsajos tienen un significado agregado y sabemos por qué Snow los odia, el uso de veneno, las rosas, las serpientes, la historia de Tigris, la prima de Snow (que es un personaje que aparece en Sinsajo) y las canciones que conocimos tienen un significado mucho más profundo gracias a Lucy Gray. Las cosas tienen que calzar o reflejarse a sí mismas como si fuesen un espejo, pero al menos acá me parece más orgánico que en otros productos culturales que intentaron hacer lo mismo y fallaron estrepitosamente.
Si hay algo que queda claro es que la familia Snow y el distrito 12 son los puntos en común en la saga de Los Juegos del Hambre. Ellos inician la historia con un joven Snow y una tributo del distrito 12 llamada Lucy Gray Baird.
La historia de Los Juegos del Hambre, también, termina con Snow, esta vez más viejo y como presidente de Panem, y una joven tributo del distrito 12 que llamó la atención en su cosecha, que canta y simboliza el ave que tanto odia. Entonces todo en Los Juegos del Hambre termina y cierra con esos dos elementos.
Baladas de pájaros cantores y serpientes la encuentran en todas las librerías del país gracias a Penguin Random House. La película que adapta este libro llega a cines chilenos este 16 de noviembre gracias a BF Distribution.
