Mina Riffo
“No puedo imaginar muchas situaciones más hostiles que una en la que, por mucho que te esfuerces por hacer las cosas bien, por mucho que te esfuerces por cumplir con tus obligaciones, tus esfuerzos son pisoteados y desdeñados por las personas a tu cargo, e injustamente censurados y tergiversados por quienes están por encima de ti”.
Agnes Grey.
Debo iniciar diciendo que estoy sumamente contenta haber leído este libro, pues es de la última Brontë que me faltaba. Ya les he hablado de Cumbres Borrascosas y Jane Eyre, de cómo el primero habla de raza, clase y tragedia y el segundo se puede considerar una obra feminista de su tiempo. En esta ocasión les traigo mi opinión sobre Agnes Grey, que tuve el gusto de leer en su bellísima edición de Alma Clásicos Ilustrados, cuyo diseño e ilustración fue realizado por Madalina Andronic.
Anne Brontë siempre ha sido la menos comentada de las tres, incluso desde el momento en que las tres novelas se publicaron, pues fueron escritas simultáneamente, mientras Emily recibió ataques por su trama violenta y Charlotte fue halagada por su obra, Agnes Grey pasó desapercibida. Personalmente creo que esto se debió a las similitudes con Jane Eyre pues ambas cuentan la historia de institutrices, pero mientras que con Jane vemos mucho más romance, misterio y drama, que entendiblemente son más apetecibles para el público. Sin embargo, en Agnes Grey, Anne Brontë nos cuenta una historia mucho más centrada en la labor docente, su experiencia con variedad de estudiantes y tiene apenas una pizca de romance.
“Que poco imagina la gente el daño que hacen a los niños riéndose de sus defectos y bromeando con cosas que una auténtica familia debería enseñarles a aborrecer”.
Es un libro basado más en el pensamiento que en la trama, pues todo lo que sucede es cotidiano y la autora hace reflexiones que no sólo siguen vigentes al día de hoy, si no que están sumamente adelantadas a su tiempo. Por lo que me sorprende plácidamente que casi a mediados del siglo XIX una mujer se atreviera a publicarlas en un libro. Agnes es una protagonista firme, pero no confrontacional. Más bien tímida, pero con convicciones claras, incluso podríamos considerarla una defensora de los animales por diversas acciones que realiza durante la obra. La conocemos como una joven de 18 años que sale a trabajar para ayudar a su familia, se equivoca, tiene malas experiencias, cambia y pone su mejor esfuerzo en todo lo que hace. La vemos pasar por tanto que es imposible no encariñarse y querer lo mejor para ella.
Y si bien, de las obras de las tres hermanas Brontë, Cumbres Borrascosas sigue siendo mí texto preferido en cuestión de trama e historia, debo reconocer que en cuanto a reflexiones y críticas a la sociedad, Agnes Grey es mi libro favorito.
Por otro lado, si le das una oportunidad a este libro te encontrarás con críticas que hasta podrían calificarse como feministas sobre la posición de la mujer en distintas clases sociales.
“Uno no habla solamente para los demás, también lo hace para sí mismo”.