Pocas veces me ha pasado que un libro me deja con una mezcla tan grande de sentimientos que van desde la ternura, pasando por la tristeza y que solo te pueden dar esos relatos de antaño.
Siento que es uno de esos momentos especiales, porque te tocan la fibra de solo pensar que el paso de la vida nos conduce a esto: ver como nuestros seres queridos van envejeciendo y volviéndose más frágiles… así también nosotros mismos.
La historia de Abuela Ave nos presenta a Eli, una niña de 9 años que vive con su madre y su abuela. Las tres tienen una relación de amor profundo sobre todo la pequeña Eli con su abuela. Ella es su mejor amiga y confidente, quien le enseña las tablas de multiplicar y por las tardes le hace tortilla española. La vida es para ellas tres. Siempre. Hay una rutina. La vida siempre es así.
Pero un día cae la desgracia. Eli tiene miedo, esa sensación de que algo va a pasar. Y efectivamente Eli corre. Al llegar a su casa y darse cuenta de que Ave no está, se imagina lo peor. Tiene miedo de mirar a la ventana, ya que su abuela le dijo que cuando muriera se convertiría en un pájaro para volar con sus hermanas.
Pero Eli tiene miedo porque ella quiere pensar que su abuela es eterna, sentimiento que estoy segura que más de alguno tiene o ha tenido. Este libro marca el inicio del camino de Eli de entender -a su muy corta edad- que las personas somos finitas y no somos para siempre. Por lo tanto debemos cuidar a los nuestros y aprovechar los momentos lo más que se pueda.
Cuando vi la portada y vi que es un libro infantil, debo confesar, esperaba encontrar una buena historia con la que pueda compartir más adelante con mis sobrinos, pero nunca esperé terminar llorando a mares con esta trama. A medida que la vida pasa vamos viendo como nosotros envejecemos y nuestros seres queridos también, y la vida que llevamos, muchas veces hace que las cosas sucedan de manera tan rápida que olvidamos atesorar y aprovechar a nuestra familia, sobre todo a nuestros abuelos. Vale la pena luchar por ellos porque son tantas las veces que ellos han estado ahí para nosotros.
La autora realmente hace un buen trabajo para equilibrar una verdad incómoda y dolorosa con la inocencia de una niña, pero a la vez de una manera esperanzadora que siento que es un mensaje positivo para el público objetivo.
En otro momento conocí a la autora y siempre vi en ella que tenía esta devoción por escribir y expresarse. Leí su poesía así que sabía de la pasión que tiene de contar historias. ¿Sabía al conocerla que se convertiría en una gran autora? Sospechaba. Pero sabía que con el talento natural que tiene podría escribir grandes cosas, tales como este libro que si bien me lo lloré todo, si me dejó un calorcito en el corazón con esperanza.
Abuela Ave de Mayi Eloísa Martínez está en las mejores librerías del país gracias a Editorial Penguin Random House Chile.
